POR PATRICK COCKBURN
Cuando Israel se prepara para atacar a Irán, se avecina una guerra cada vez más mortífera en Oriente Medio
11 de octubre de 2024
En la medida que el gabinete de seguridad israelí autoriza ataques aéreos contra Irán/1, los objetivos de guerra de Israel se están ampliando e incluyen el riesgo de una guerra regional contra Irán para remodelar radicalmente el panorama político de Oriente Medio a favor de Israel.
Este objetivo ambicioso, incluso fantasioso, está plagado de peligros para la región y el mundo. Israel no puede lograrlo sin el respaldo total y no disimulado de los Estados Unidos. A pesar de la afirmación del presidente Joe Biden de haber instado infructuosamente a un alto el fuego a Benjamin Netanyahu, posteriormente siempre ha respaldado cada escalada israelí. Es razonable que Israel concluya que puede atacar a Irán con impunidad, ya que, si algo sale mal, tendrá el respaldo de las fuerzas armadas estadounidenses.
Los historiadores podrán algún día llegar a una conclusión sobre hasta qué punto la cola israelí es la que mueve al perro estadounidense, aprovechando la debilidad de Biden para arrastrar a los Estados Unidos a otra imprudente aventura militar en el Medio Oriente.
Es demasiado fácil culpar de la ineficacia de la diplomacia de Estados Unidos al deterioro cognitivo de Biden en los últimos tres años. Pero, si no es Biden, no está claro quiénes son los verdaderos responsables de la toma de decisiones en la Casa Blanca y en las altas esferas de la administración.
Si se juzga a la Casa Blanca por sus acciones en lugar de por sus palabras, ésta ve una ventaja geopolítica en derrotar a Irán, un aliado de Rusia y China, aunque distante, y a sus aliados/2.
Las ilusiones probablemente juegan un papel. Israel ha tenido mucho más éxito de lo que se esperaba en matar a los líderes de Hezbolá y a los comandantes de nivel medio, por lo que ¿no podría un ataque agresivo contra Irán y su «Eje de Resistencia» producir victorias similares?
Es una perspectiva atractiva, aunque las intervenciones militares estadounidenses, desde Somalia en 1992/93 hasta Afganistán en 2001 e Irak en 2003, fracasaron en gran medida debido a la arrogancia y a la subestimación del enemigo.
Un peligro singular
El historial de Israel es algo similar cuando se trata de exagerar arrogantemente su mano en Cisjordania después de derrotar a Egipto y Siria en 1967 e invadir el Líbano en 1982. Sin embargo, décadas después, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) siguen luchando en ambos lugares.
Estas analogías históricas a menudo son citadas por los comentaristas occidentales como advertencias siniestras sobre lo que puede salir terriblemente mal para los Estados Unidos e Israel cuando dependen únicamente de la fuerza. Sin embargo, estas comparaciones son un poco engañosas, ya que el panorama político, tanto en la política interna israelí como en la región en su conjunto, se ha transformado en los últimos 20 años. Son estos cambios los que hacen que la crisis actual sea mucho más peligrosa que sus predecesoras.
El gobierno israelí formado por Netanyahu después de ganar las elecciones generales en noviembre de 2021 fue inmediatamente reconocido como el más fanático de derecha y ultranacionalista de la historia de Israel.
Por dar solo un ejemplo, Itamar Ben-Gvir, el líder del Partido del Poder Judío, se convirtió en el ministro de seguridad nacional, un puesto recién creado que le colocaba a cargo de la policía nacional/3. Este colono religioso de Kiryat Arba, cerca de la ciudad de Hebrón, en Cisjordania, había sido condenado en el pasado por incitación al racismo y apoyar el terror. Amenazó al primer ministro Yitzhak Rabin en la televisión en vivo, y tenía colgada en su casa una fotografía de Baruch Goldstein, quien asesinó a 29 palestinos mientras rezaban en la mezquita de Hebrón en 1994/3.
Dada la composición ideológica del gabinete israelí, no es sorprendente que los objetivos de Israel en Gaza y Cisjordania ahora parezcan haberse ampliado para incluir el fin de toda la vida normal de los cinco millones de palestinos que viven allí. Un ataque aéreo contra una escuela en el centro de Gaza el jueves mató a 28 personas, muchas de las cuales, según Unicef, eran mujeres y niños haciendo cola para recibir tratamiento por desnutrición/4.
Las FDI (ejército israelí) justificaron el ataque alegando que la escuela albergaba un puesto de mando de Hamas. Incluso suponiendo que esto sea cierto, en su intento de justificarse las FDI están haciendo una confesión de que Hamas está presente en todas partes en Gaza un año después de la invasión israelí.
Israel sostiene que la cifra de 42.000 muertos en Gaza es exagerada por el Ministerio de Salud palestino, pero precisamente el mismo patrón de ataques aéreos llevados a cabo sin tener en cuenta las víctimas civiles está teniendo lugar en el Líbano. Un ataque en Beirut, el mismo día que el de Gaza, mató a 22 personas, incluidos tres niños de una familia de ocho, que habían huido del sur del Líbano/5.
La nueva élite
Lo que hace que la crisis actual sea doblemente peligrosa es que no es solo que Israel tenga una dirección política etnonacionalista. Se ha producido una evolución paralela en el seno de la élite del Estado israelí – la administración pública, la policía, el poder judicial y, cada vez más, las FDI – que se extrae del ala fundamentalista y mesiánica de la sociedad israelí.
Esta nueva élite es menos sofisticada que sus predecesores (aunque estos también eran a menudo de línea dura), más propensa a ver a los enemigos de Israel como demoníacos y amenazantes, pero también vulnerables cuando se enfrentan al uso implacable de la fuerza.
El curso de la guerra hasta ahora en el Líbano tendería a confirmar esto y hay otros argumentos poderosos de su lado. Estados Unidos está dando carta blanca a Israel de una manera sin precedentes y es poco probable que se resista a una estrategia israelí agresiva hacia Irán.
Amenazas inminentes
Los estados nacionales árabes que alguna vez fueron hostiles a Israel, incluidos Siria, Irak, Libia y Sudán, se han debilitado gravemente por guerras civiles en los últimos 20 años. Los líderes árabes están mudos o son ineficaces con respecto a Gaza y el Líbano. Irán está más aislado de lo que ha estado desde el final de la guerra entre Irán e Irak en 1988.
Sin embargo, la vulnerabilidad de Irán y sus aliados puede ser un poco engañosa. La banda de estados dominados por musulmanes chiítas que se extienden por el norte de Oriente Medio – Irán, Irak, Siria, Líbano – no va a desaparecer.
Israel y Estados Unidos podrían intentar atizar los conflictos religiosos y étnicos en países como el Líbano, que fue testigo de una guerra civil sectaria asesina entre 1975 y 1990. Ya hay informes de musulmanes chiítas que huyen de los bombardeos israelíes que son considerados con hostilidad cuando buscan refugio en áreas no chiítas.
En cuanto a Irán, puede concluir que no puede disuadir a Israel, que está preparado para arriesgar una guerra regional, pero que lo mejor que podría hacer es ampliar el conflicto mediante ataques al comercio de petróleo, a aliados estadounidenses o a bases estadounidenses. Su objetivo sería obligar a los Estados Unidos a frenar a Israel. La afirmación de Washington de que no puede hacer esto es universalmente vista como increíble en Oriente Medio.
Se vuelve cada vez más difícil ver cómo puede ser evitada una guerra regional -y aún más difícil ver como puede ser detenida.
Traducción: F.E.
Notas.
1/ Según el Washington Post del 11 de octubre, “el gabinete de seguridad israelí se reunió el jueves sin votar la aprobación de una acción militar contra Irán, lo que añade incertidumbre sobre la fecha en que podrían tener lugar los ataques esperados. Los responsables israelíes se han comprometido a responder al ataque con misiles balísticos a gran escala lanzado por Irán contra Israel el 1 de octubre».
El «debate» se centra en la magnitud y los objetivos que seguirán siendo poco explícitos. Lo que se escuchó en la declaración de Yoav Gallant. Jean-Phillipe Rémy en Le Monde del 11 de octubre recuerda que Yoav Gallant “declaró el miércoles por la noche (9 de octubre), ante los funcionarios israelíes que los ataques [contra Irán] iban a ser “asesinos, precisos y sorprendentes”. Y añadió: “No van a entender lo que les pasó y cómo les pasó”. La amenaza […] sigue siendo confusa, pero parece orientar la naturaleza de la acción».
Según Zvi Bar’el en Haaretz del 11 de octubre, “los escenarios de posibles represalias israelíes contra el ataque con misiles balísticos de Irán dominan la cobertura mediática en Irán, los estados árabes y Occidente. Estos escenarios van desde el ataque a yacimientos petrolíferos y a las instalaciones de perforación y refinación hasta el bombardeo de infraestructuras civiles y el ataque a emplazamientos nucleares. Las advertencias y amenazas de los altos funcionarios iraníes, que se dirigen no solo a Israel, sino también a cualquier país que pueda permitir que Israel o Estados Unidos utilicen su territorio o espacio aéreo para atacar Irán, son igualmente frecuentes». (Red. A l´Encontre)
2/ En la coyuntura actual, las diferentes reuniones y declaraciones de los líderes dan lugar a hipótesis y especulaciones sobre el desarrollo de un conflicto regional que se avecina y alianzas o colaboraciones que podrían materializarse. Así, el Financial Times del 12 de octubre escribe: “El presidente ruso Vladimir Putin se reunió con su nuevo homólogo iraní Masoud Pezeshkian por primera vez el viernes [11 de octubre], mientras que Teherán debería pedir ayuda a Moscú para modernizar su ejército para contrarrestar la amenaza de un ataque de Israel. Es casi seguro que Irán se enfrentará a represalias militares después de un ataque masivo con misiles contra Israel el 1 de octubre, lanzado en apoyo de su aliado Hezbolá. Los analistas afirman que, como parte de su disuasión, Teherán está interesado en la tecnología rusa, incluidas las baterías de misiles tierra-aire S-400, los sistemas de guerra electrónica y los aviones de combate. La reunión, al margen de una reunión de líderes de Asia Central en Turkmenistán, precede a la firma esperada de un acuerdo estratégico entre Rusia e Irán en una cumbre en Kazán a finales de este mes, que podría centrarse en la cooperación en materia de defensa». (Red.)
3/ Charles Enderlin, en Israël, l’agonie d’une démocratie, Le Seuil/Libelle, septembre 2023, (Israel, la agonía de una democracia, Le Seuil/Libelle, septiembre de 2023), señaló que Netanyahu, de cara a las elecciones de noviembre de 2022, entrenó a Itamar Ben-Gvir para que “evoque públicamente lo menos posible a su mentor, el rabino racista Meir Kahane. Retira de su salón el retrato de Baruch Goldstein, el terrorista judío que, el 25 de febrero de 1994, asesinó a 29 fieles musulmanes en oración en la tumba de los Patriarcas de Hebrón. Sobre todo, debe exigir a sus militantes [del Poder Judío] que dejen de cantar “Muerte a los árabes” durante las manifestaciones y en su lugar digan “Muerte a los terroristas”. (p.30-31) ¡Ben-Gvir será recompensado con este puesto ministerial de los más importantes que, entre otras cosas, le da el poder de “vigilar las condiciones de detención de los palestinos”! (Red.)
4/ El diario económico italiano Il Sole 24 Ore del 12 de octubre publica una nota que indica: “Israel ataca deliberadamente las estructuras sanitarias, matando y torturando al personal médico en Gaza”, según han declarado los investigadores de la ONU [Comisión de Investigación Internacional Independiente de las Naciones Unidas], acusando a Israel de crímenes de lesa humanidad”. (Red.)
5/ El diario L’Orient-Le Jour del 11 de octubre describe (bajo la pluma de Lyana Alameddine): “Esta habitación [de un apartamento de Basta el-Faouqa, barrio residencial… en el corazón de Beirut], cuyo muro se ha derrumbado, da directamente al edificio de cuatro pisos golpeado por el golpe israelí y transformado en un montón de escombros donde se agolpa una manada de periodistas. Según los residentes, había personas desplazadas que habían encontrado refugio allí. Aquí, los edificios están pegados entre sí. Casi ningún edificio se salvó de la ola expansiva del bombardeo. Una de ellas fue reducida a escombros. En la calle, la mayoría de los coches están calcinados. En este Beirut considerado “seguro” por sus habitantes, el miedo se instala». (Red.)