Firaas Kontar*//
[Para la población siria ha sido un enorme alivio la caída de Bachar al Assad. A pesar de las dudas, como dice Yassin al-Haj Saleh, “por primera vez, en Siria tenemos un horizonte”. Las potencias occidentales están estudiando tímidamente qué hacer ante la nueva situación en Siria. Su balance respecto a la actitud ante Assad no es para sacar pecho. Todo lo contrario. Y puede repetirse en el caso de Ucrania. El régimen neofascista ruso agresor de Ucrania ha sido durante años el aliado y salvador de Assad. La actitud de los estados occidentales respecto a Putin en el caso ucraniano no es la misma que ante Putin en el caso sirio. Pero no hay que olvidar los matices de la ayuda de EEUU y la UE a Ucrania.
Sus dudas, su voluntad de no dar todas las armas necesarias a Ucrania (¡incluso bloqueando su entrega durante meses!) es una forma de continuidad del crimen político que fue su negativa total a apoyar la revuelta siria, saltándose sus propias “lineas rojas” (como cuando su inacción ante el gaseo de la población siria por el gobierno de Assad). Continuidad que tiene que ver con su planteamiento sesgado, tardío, mediatizado por intereses económicos (ver su mantenimiento, más o menos descarado, de la compra del petróleo y el gas ruso que permite a Rusia seguir obteniendo millones de euros para sostener su economía de guerra) ante lo que es el neofascismo expansionista de Rusia. Y también, porqué no decirlo, por la preferencia generalizada en Occidente por una Rusia “estable” a una Rusia en la que el régimen dictatorial entrara en crisis. ¡Y con la llegada de Trump, de siempre admirador de Putin, todo puede ir a peor! Las “democracias liberales” nunca han sido un aliado seguro, es lo menos que se puede decir, de los pueblos que luchan por sus libertades. Y tampoco está mal tener presente la rápida reacción occidental de parar la concesión de visados a las y los demandantes de protección sirios a la hora de pensar la posibilidad de que utilicen ese planteamiento con las y los refugiados ucranianos para chantajear a Ucrania en caso de una negociación a sus espaldas.
Reproducimos a continuación un artículo de Firaas Kontar, publicado en el periódico belga La Croix, sobre la colaboración de Europa con Al Assad. Hace un balance muy esclarecedor. Hay pocas voces que hoy recuerden estos asuntos. Desgraciadamente, habría cuando habla de Europa habría que incluir a la inmensa mayoría de sus corrientes políticas, incluyendo a una parte importantísima de su izquierda. F. E.]
————–
os sirios han necesitado trece años de lucha encarnizada para acabar con la tiranía de los Assad. El arraigo del régimen en la sociedad siria y sus alianzas internacionales le han permitido mantenerse a costa de bombas, armas químicas y masacres.
Hace solo unas semanas, Assad proclamó su victoria, y la diplomacia europea cedió a las sirenas de la “realpolitik” al nombrar a un representante de la Unión Europea en Siria. Varios países europeos se preparaban para seguir este camino; Italia, pionera en la materia, ya había nombrado embajador a finales de julio.
Se podría haber esperado que, después de la humillación de colaborar con uno de los más grandes criminales de la historia moderna, la caída de Assad fuera una oportunidad para hacer las paces. No es así. Mientras las necesidades humanitarias son inmensas y se libera a miles de prisioneros que agonizaban en los mataderos del régimen, ninguno de los países europeos ha anunciado una ayuda masiva y urgente a favor de los sirios.
Los libertadores de Siria
Si bien las preocupaciones sobre el futuro de Siria, en particular debido a la presencia de grupos islamistas en la coalición rebelde, son legítimas, la reacción de muchos responsables políticos europeos tiene algo vergonzoso.
Los crímenes contra la mayoría árabe sunita han sido ignorados desde 2011, a menudo justificados por la supuesta necesidad de proteger a las minorías. Y muchos en Europa han asumido la narrativa del régimen sirio sobre la protección de las minorías que Assad pretendía ofrecer mientras se acomodaban a la masacre de la mayoría.
Las radicalizaciones observadas en algunos combatientes sirios son las consecuencias directas de este abandono. En 2011, fueron los estudiantes, intelectuales y cuadros de la sociedad civil los que dirigieron las primeras manifestaciones pacíficas. Muchos murieron bajo tortura en las cárceles del régimen. A falta de ayuda occidental, las primeras formaciones rebeldes de 2012, bajo los auspicios del Ejército Sirio Libre, no tenían ninguna posibilidad contra un régimen apoyado militarmente por Rusia e Irán. Al no proporcionarles ninguna aviación, cobertura aérea ni recursos, las democracias occidentales organizaron su derrota, dejando el campo libre a las facciones islamistas.
La renuncia de Obama
La renuncia de Obama tras la masacre química de Ghouta en agosto de 2013 es uno de los muchos símbolos del abandono de los sirios frente a la barbarie. En 2015, Obama también le indicó a Putin que no apoyaría a los rebeldes en caso de una intervención militar rusa, ofreciendo así las garantías necesarias para una intervención rusa sin mayores riesgos. Esta inacción occidental no solo condenó a millones de sirios al exilio forzado, es decir, más de la mitad de la población del país, sino que también envió una señal favorable a Putin para invadir Ucrania, con las consecuencias que conocemos.
Este viernes 13 de diciembre, millones de sirios celebraron la caída de Assad en todas las grandes ciudades del país. La coalición rebelde fue recibida como liberadora. El líder del grupo HTC, Al Joulani, conocido por su pasado yihadista, ha realizado una evolución durante varios años. Abandonando la ideología del yihadismo internacional, ahora parece llevar un proyecto nacional conservador que comenzó a desarrollar desde 2017 en la provincia de Idlib.
Si el norte de Siria está en gran medida libre del yihadismo internacional, es principalmente gracias a la acción de HTC, que llevó a cabo la lucha en coordinación con los servicios de inteligencia occidentales. Muestra signos de apertura, las universidades de Idlib están abiertas a las mujeres, las comunidades drusas y cristianas de la provincia ejercen su culto libremente. Envió mensajes tranquilizadores a todas las minorías, reconociendo su plena pertenencia a Siria.
Celebrar la caída de Assad
Cabe destacar que la liberación de las ciudades no ha dado lugar a ningún acto de violencia contra los civiles y que todos los componentes étnicos y religiosos de la sociedad siria celebran la caída de Assad. Sin embargo, persiste la desconfianza hacia Al Joulani, especialmente entre los jóvenes sirios, de todas las confesiones, que aspiran a una sociedad libre, lejos de cualquier forma de autoritarismo, ya sea religioso o político.
Dejemos que los sirios, que han demostrado una increíble resistencia y coraje, juzguen y actúen por sus derechos y libertad. No necesitan paternalismo. Lo que esperan es la reapertura de las embajadas, el levantamiento de las sanciones, la ayuda concreta y el reconocimiento de su lucha. No quieren más lecciones de moral de los estados que los han abandonado.
El abandono de las democracias occidentales es una afrenta para los sirios que quedará en la historia, dando testimonio de la quiebra moral y estratégica de las potencias liberales frente al autoritarismo. Este fracaso debería impulsar a Europa a redefinir una política clara de apoyo a las poblaciones que luchan por su libertad.
* Firas Kontar, Militante por los derechos humanos y franco-sirio, escribió Siria, la revolución imposible, Ed. Aldeia, 2023, 224 p., 18,50 €.
18/12/2024
https://www.la-croix.com/a-vif/les-europeens-ont-prefere-collaborer-avec-al-assad-que-soutenir-la-rebellion-syrienne-
Traducción: Faustino Eguberri