“Los verdaderos objetivos de guerra ya no están bajo la mesa”
Rami Abou Jamous*//
Como saben, no tengo Internet en la “Villa”. Podría tener una pequeña conexión en la calle, pero desde que todo el mundo se fue, tengo que esperar a estar en la oficina, en la Casa de la Prensa, para tener noticias. Antes, también tenía de los pasajeros del camión de ganado, que nos sirve de medio de transporte. Pero desde el alto el fuego y el regreso al norte de casi toda la gente desplazada, prácticamente no hay carros. Este miércoles por la mañana, hice el viaje a pie.
Tuve que esperar a llegar a la oficina para conocer la información de la noche: «Rami, ¿has oido las declaraciones de Trump? Me sorprendió, pero no me sorprendió esta salida de un hombre que solo ve el mundo a través de oportunidades de negocio. No ve a los seres humanos que están frente a él. Es el hombre más fuerte del mundo, el que tiene la mano en el botón que puede destruir al mundo entero. El hombre que se atreve a decir que quiere anexionarse Canadá y Groenlandia, enfrentarse a China y México, y más. Por lo tanto, no me sorprendió escucharle afirmar que Gaza pasaría a estar bajo la tutela de los Estados Unidos, o incluso «le pertenecería» para convertirlo en «la Costa Azul del Cercano Oriente». Al parecer, cuando vives en una gran torre, no ves cómo vive la gente abajo. Trump vive en su burbuja de hombre de negocios, rodeado de multimillonarios, como Elon Musk. No puede entender lo que significa estar ocupado, resistir la ocupación y querer quedarse en casa.
“Sus eufemismos no engañan a nadie”
Lo curioso es que Trump quiere construir en su casa el muro más grande del mundo para detener la inmigración, y al mismo tiempo pide a los palestinos que emigren. No entiende que, a pesar de estos quince meses en los que hemos vivido bajo las bombas y sufrido masacres, carnicerías, “israelíadas”, asesinatos, todavía queramos quedarnos en Gaza. Sí, hay gente que se fue, porque tenían miedo a la muerte, para huir de la máquina de guerra. Pagaron grandes sumas a una agencia egipcia. Pero no tiene nada que ver con la emigración masiva que Trump tiene en mente.
A mi alrededor, se reacciona con humor. Circulan los chistes: «¿Cuánto nos pagará para que nos vayamos? Yo no me voy por menos de dos millones de dólares”. – “Yo no iré a Egipto, prefiero los Estados Unidos”. Otros preguntan riendo: «¿Quiere que Hamas se vaya con nosotros, o que se quede aquí? Y las otras facciones de la resistencia, ¿también irán a Egipto?. Tratamos las declaraciones de Trump con ironía, sabiendo que realmente debemos tomarlo en serio.
Al menos es claro. Dice lo que piensa, pone todo sobre la mesa. Sus objetivos están declarados. Él dice: ahí lo tienes, voy a resolver el problema de esta manera. Y aquí entendemos muy bien que los verdaderos objetivos de guerra ya no están debajo de la mesa, sino sobre ella, a plena luz del día. Esto es lo que he estado diciendo desde el comienzo de la guerra: el objetivo de los israelíes, de los que Trump es el intérprete, no es erradicar a Hamas, ni liberar a los prisioneros israelíes, sino expulsar a toda la población de Gaza hacia el Sinaí u otros lugares. Los eufemismos de Trump -, «razones humanitarias» en lugar de limpieza étnica, «buscar una vida mejor para ellos» – no engañan a nadie.
En Jenín la misma estrategia que en Gaza
Desafortunadamente, el terreno es fértil para este proyecto Trump – Netanyahu. El período de la muerte ha terminado, por ahora, pero ha dado paso a la fase de la no vida. Este nuevo episodio está totalmente bajo el control de los israelíes. La gente sigue viviendo en las calles, no entra ayuda para la reconstrucción, ni siquiera tiendas de campaña ni caravanas. Continúan los problemas de agua y electricidad. Ya no hay guarderías, ni escuelas, ni universidades, ni sistema de salud, ni sistema educativo, ni sistemas de ayuda. Ya no hay nada en Gaza. Los israelíes han entendido que al cerrar la puerta, habrá personas que elegirán irse. ¿Para no volver? Creo que la gente no está considerando una salida definitiva; quieren volver a Gaza, o a Palestina en general.
Se calificarán estas salidas como “voluntarias”. Te matamos, lo destruimos todo, incluso la prisión en la que estás encerrado y, si solo te queda la solución del exilio, decimos “no somos nosotros los que te echamos, es tu decisión”. Desafortunadamente, esta es la posición de la “comunidad internacional”. Nadie denuncia realmente un plan de transferencia, una limpieza étnica. Durante la guerra, asistimos a un genocidio en vivo, las 24 horas del día, y nadie se atrevió a detenerlo. Creo que ocurrirá lo mismo con la transferencia forzada, si se presenta como “voluntaria”. Nadie le dirá que no a América, papá del niño mimado Netanyahu.
Por eso realmente temo que al final veamos una emigración importante. Muchas personas quieren irse para escapar de la no vida, por el futuro de sus hijos. Ya he dicho que Trump iba a abrir las puertas de Gaza. Creo que las condiciones se prestan ahora. Y no solo en Gaza. Hay que ver lo que está sucediendo actualmente en Cisjordania. Los israelíes están vaciando el campo de refugiados de Jenín, aplicando la misma estrategia que en Gaza: aterrorizar a las y los habitantes, destruir infraestructuras y casas, matar a todos. Con, por supuesto, la luz verde del mundo entero, que mira sin moverse. Y luego leemos declaraciones que afirman que “estamos en contra de la limpieza étnica”. Pero no hacéis nada contra estos desplazamientos. No hacéis nada contra la arrogancia de la ocupación, que tiene lugar con total impunidad.
Palestina nunca será un balneario de Trump
Todavía estamos en un período crítico, entre la reanudación o no de la guerra, el paso o no a la segunda fase de las negociaciones, y sin saber qué método utilizar. Y aquí es donde Trump revela sus verdaderos objetivos de guerra, que también son los de Israel: enviar a los palestinos a otros lugares, especialmente a Egipto, vecino de Gaza, y a Jordania, vecina de Cisjordania. Egipto, con sus cerca de 115 millones de habitantes, bien puede absorber 2 millones más. Jordania es un poco diferente, porque una llegada masiva de palestinos rompería un delicado equilibrio demográfico entre los jordanos de origen palestino y los demás; un peligro para el trono.
Ciertamente, Jordania declara que se niega a acoger un éxodo palestino, al igual que Egipto. Pero hay que contar con la zanahoria de Trump. Hablamos de 170 mil millones de dólares (163 mil millones de euros) para cada país, más 100 mil millones de dólares (96 mil millones de euros) para los palestinos que se desplacen. Creo que esto puede tener un papel, porque la salida de los palestinos podría no ser abrupta. No veríamos a dos millones de personas haciendo cola en la terminal de Rafah. Trump tiene cuatro años para organizar esto. Me temo que, para escapar de la no vida, los habitantes de Gaza que podrían pagarían para salir, como durante la guerra en la que se podía salir de Gaza por 5.000 dólares (4.800 euros) por adulto y 2.500 dólares (2.400 euros) por niño, pagados a una “agencia de viajes” egipcia.
Pero todavía cuento con la voluntad de las y los palestinos. Creo en su pertenencia a esta tierra. Creo que nadie quiere salir de Palestina. Creo que un día reconstruiremos Gaza y Palestina. Y que vamos a quitar turistas a Occidente. Los de la Costa Azul, porque tenemos la playa más bonita del mundo. Y los demás, porque tenemos los lugares religiosos históricos más importantes, y luego el desierto y la montaña. Palestina nunca será un balneario de Trump, nunca será el balneario de Trump en Oriente Medio. Será el balneario de los palestinos, la Costa Azul de los palestinos y el Estado palestino
6/2/2025
https://orientxxi.info/dossiers-et-series/les-vrais-buts-de-guerre-ne-sont-plus-sous-la-table,7986
Traducción: Faustino Eguberri
* Rami Abou Jamous escribe su diario para Orient XXI. Este fundador de GazaPress, una oficina que proporcionaba ayuda y traducción a los periodistas occidentales, tuvo que abandonar en octubre de 2023 su apartamento en la ciudad de Gaza con su esposa Sabah, sus hijos y su hijo Walid, de dos años y medio, bajo la presión del ejército israelí. Refugiados desde entonces en Rafah, Rami y los suyos tuvieron que volver a su exilio interno, atrapados como tantas familias en este enclave miserable y superpoblado. Recibió, por este diario de a bordo, dos premios en el Premio Bayeux para corresponsales de guerra, en la categoría de prensa escrita y premio Ouest-France. Este espacio (en la revista Orient XXI, ndt) está dedicado a él desde el 28 de febrero de 2024. (Ver más artículos suyos en Viento Sur en https://vientosur.info/author/jamous/