satorzulo gorria

Paul Martial//

La campaña de Trump contra Sudáfrica, construida sobre información falsa, concentra sus temas favoritos más reaccionarios.

El 7 de febrero de 2025, el multimillonario de la Casa Blanca firmó otro decreto. El nuevo objetivo, Sudáfrica. Trump y su acólito Elon Musk, originario de este país, acusan al país arco iris de llevar a cabo una política que perjudica los intereses de Estados Unidos.

No toques a Israel y al dólar

Los partidarios de Trump, pero no son los únicos, acusan a Sudáfrica de haber recurrido a la CIJ (Corte Internacional de Justicia) contra el genocidio realizado por Israel. Una acción analizada como un ataque a un aliado cercano de los Estados Unidos, sobre todo porque el éxito jurídico ha sido notable.

Otra crítica es la adhesión al grupo BRICS+ (fundado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) cuya ambición declarada es disputar la hegemonía occidental sobre la conducción de los asuntos mundiales. Esto implica, en particular, un cuestionamiento del dólar como moneda única de referencia en el comercio internacional.

Paralelamente a estas sanciones, el secretario de Estado Marco Rubio anunció que no participará en la reunión del G20, presidida por Sudáfrica, sobre “solidaridad, equidad y sostenibilidad”. Temas aborrecidos por la administración Trump.

Mantener la injusticia

Las sanciones contra Sudáfrica fueron precedidas por una campaña de información falsa, desarrollada en la red social X de Musk que él mismo transmitió a través de su cuenta personal, sobre la voluntad del gobierno sudafricano de adoptar una ley de tierras para «promover la inclusividad». En un país donde, treinta años después del fin del apartheid, el 72% de las tierras cultivables pertenecen a la minoría blanca, como consecuencia de la Natives Land Act/Ley de Tierras Nativas de 1913 que despojó a las poblaciones negras…

La reforma prevé una redistribución con compensaciones financieras según el valor de la propiedad. Estas compensaciones pueden ser nulas si el bien no tiene valor, por ejemplo, cuando se abandona. Algunos de los afrikaners agitaron el trapo (¡no nos atrevemos a decir rojo!) denunciando la discriminación, ¡algunos incluso mencionan un genocidio!

Para Trump y Musk, “es inmoral e injusto” “confiscar tierras”. Obviamente, no hacen alusión a los palestinos víctimas de los colonos israelíes de Cisjordania. Su preocupación es por los Afrikaners, que, recordemos, están sobrerrepresentados entre la gente más rica del país. Así, Trump firmó un nuevo decreto que abre las fronteras de Estados Unidos a los blancos que, por otra parte, nunca han pedido irse. Pero no importa, la retórica del racismo antiblanco sigue siendo muy popular en las filas republicanas… y no solo estadounidenses.

Lo grotesco está en disputa con el cinismo cuando Trump se escandaliza por una ley, que el abogado de la Cámara de Negocios Agrícolas de Sudáfrica no considera de expropiaciones arbitrarias, mientras se prepara para expulsar a casi dos millones de habitantes de Gaza de su tierra.