Christian Mahieux*//
En primer lugar, lo que no está en el centro de este número especial de Soutien à l´Ukraine Résistante/Apoyo a la Ucrania resistente, pero sigue siendo la realidad cotidiana de la población ucraniana: la ocupación militar del país, los ataques mortales del ejército ruso, la deportación de niños a Rusia. Todo esto continúa. Y eso es a lo que la resistencia popular ucraniana sigue resistiendo. No es inútil recordarlo y este recordatorio es válido para el apoyo, para la solidaridad, para el internacionalismo, que deben seguir traduciéndose en actos concretos, para estar al lado de las organizaciones sindicales, asociativas, feministas, políticas que llevan años librando una lucha antiimperialista y por la libertad.
La movilización popular contra la ley que limita las prerrogativas de las instituciones anticorrupción demuestra, una vez más, la vivacidad de los movimientos sociales en Ucrania. A través de los cuarenta números publicados desde marzo de 2022, las Brigadas Editoriales de Solidaridad han dado a conocer en numerosos textos las iniciativas de los sindicatos dependientes, los colectivos feministas, LGBTQI+, soldados, inquilinos, ecologistas, (hombres y mujeres) etc. Es este terreno democrático el que permite las reacciones populares como las de los días de julio.
También marcan una diferencia fundamental entre los regímenes gobernantes en Ucrania, por un lado, y en Rusia, por otro. No es una revelación para nuestros lectores, pero es una ilustración concreta de esta evidencia que niegan demasiados supuestos progresistas que trazan una línea de igualdad entre la democracia burguesa capitalista y la dictadura. Ucrania está bajo el régimen de las leyes marciales, sí. Pero, por un lado, lo es a raíz de la invasión rusa; por otro lado, estas leyes marciales, que obstaculizan las libertades -no se trata de negarlo- no impiden que la autonomía y la fuerza de los movimientos sociales conduzcan a huelgas, manifestaciones, reuniones… «prohibidas».
En Rusia, en cambio, los pocos colectivos refractarios a la guerra están sometidos a una intensa represión; así, el movimiento sindical oficial, en particular la FPU, está al servicio del poder establecido, y las pocas expresiones opuestas a la guerra, más bien a través de la KTR, son inaudibles desde hace mucho tiempo. Este es también el gobierno que el Estado ruso intenta imponer en las zonas ocupadas. Así lo demuestran los ejemplos de los presos políticos ucranianos de estos territorios: desde Oleksandr Koltchenko, detenido y deportado en 2014, liberado en 2019 (y en el frente desde 2022) hasta Denys Matsola y Vladislav Juravlev, capturados durante la defensa de Mariupol en 2022; y muchos otros, por supuesto.
Volvamos a Ucrania: la ley denunciada por la calle fue parcialmente anulada por una nueva ley, decidida por el gobierno que estaba en el origen de la primera. ¿Signo de una democracia real? Sí, sobre todo si se compara con Rusia. Pero no sólo. El retroceso del poder ucraniano también está relacionado con las presiones de los países “aliados”, preocupados por que Ucrania cumpla las condiciones de integración en la Unión Europea.
Dicho esto, estos mismos poderes establecidos en los países en cuestión probablemente se habrían acomodado sin preocuparse por la situación, si las manifestaciones populares no hubieran puesto de relieve el tema. Hay que mencionar otro punto en este esbozo de balance de estos días ucranianos de julio: algunos de los movimientos que se involucraron en las manifestaciones populares lo hicieron al tiempo que explicaron que las instituciones estatales anticorrupción a las que atacaba el poder ucraniano apenas habían contribuido, en realidad, a la lucha anticorrupción, porque a mil leguas de cualquier cuestionamiento del capitalismo existente y del sistema que lo mantiene en Ucrania.
Otro límite del acervo de la nueva ley es señalado por aquellos que, como Vitali Shabunin, director del Centro de Acción Anticorrupción (organización no gubernamental), consideran que “Selensky reveló sus verdaderos objetivos (y valores) cuando desmanteló la NABU/SAP, y no cuando corrigió sus acciones (bajo la presión de la sociedad y Occidente)”. A continuación, Shabunin enumera los argumentos que respaldan su afirmación:
Dos inspectores de la NABU siguen detenidos en prisión preventiva. Uno de ellos juega un papel clave en la investigación de Mindich. El padre de este investigador, de 70 años, también está detenido. Ninguno de los secuaces de Zelensky ha sido castigado por sus acciones claramente ilegales. Chuhachov (SBU), Kravchenko (SBU) y Malyuk (la rama política de la SBU) permanecen en sus puestos. Yermak (jefe de gabinete de Zelensky) es el principal organizador del desmantelamiento de la NABU/SAP y de la ofensiva contra la democracia. Ruvin, el maestro más odioso de la falsificación de los procedimientos penales, se convirtió en asesor del ministro de Justicia de Zelensky.
Terminemos este breve recorrido destacando a las y los estudiantes del sindicato Priama Diia: desde el relanzamiento de esta organización sindical, son uno de los ejemplos de la doble tarea del movimiento social ucraniano independiente: participar y apoyar la resistencia armada y no armada a la invasión rusa y defender los derechos de las y los trabajadores, estudiantes, de la población en Ucrania, frente a capitalistas, a oligarcas, al poder establecido, con una perspectiva de transformación social radical. Lo hacen desde un enfoque internacionalista, que les ha llevado, por ejemplo, a unirse a la Red Sindical Internacional de Solidaridad y Luchas, a participar en la coalición de Universidades en Guerra, a apoyar y popularizar las luchas estudiantiles en Polonia, Estados Unidos o Francia. Estos sindicalistas se han involucrado plenamente en las manifestaciones de julio, las dieron a conocer a través de sus redes de comunicación y participaron en ellas con eslóganes, carteles, pancartas cuyas consignas formaban parte del movimiento de masas en curso, al tiempo que se abrían hacia alternativas anticapitalistas autogestionadas. De hecho, qué mejor resumen que este extracto de una de las últimas comunicaciones de Priama Diia:
Aunque la independencia de los órganos anticorrupción se ha restablecido a nivel legislativo y las reivindicaciones de las manifestaciones han sido satisfechas oficialmente, se han producido cambios más importantes, que ya no pueden ser cancelados fácilmente: las manifestaciones masivas han perdido su condición de tabú, lo que abre nuevas perspectivas para la continuación de la lucha, en particular para las reivindicaciones sociales de las y los estudiantes y trabajadores. Por lo tanto, no es el final, sino solo el comienzo de una nueva realidad de la vida social /1.
Fuente: Soutien à l´Ukraine Résistante n. 41 de 11 de agosto de 2025. https://www.syllepse.net/syllepse_images/soutien-a—lukraine-re–sistante–n-deg-41-2.pdf pg 54
Traducción: Faustino Eguberri
Notas
1/ https://satorzulogorria.org/rebelate-ama-lucha-contra-la-corrupcion/
*Christian Mahieux es miembro de la Union Syndicale Solidaires, del Comité frances del RESU y de las Brigadas editoriales de solidaridad.
(Algunos de los artículos publicados en Soutien à l´Ukraine Résistante n.41, número especial Les Journées de Juillet publicado el 11/08/2025 están reproducidos en
https://www.sinpermiso.info/textos/ucrania-manifestaciones-contra-la-corrupcion-en-medio-de-la-guerra-dossier ndt.
https://satorzulogorria.org/la-sociedad-ucraniana-sale-a-la-calle-contra-la-corrupcion/ ndt)
